martes, 19 de febrero de 2013


la mano de René hierve en las llamas
pero él duda del dolor
y gusta de ver pasar a sus autómatas

cuatrocientos años después
una mujer aferra
el monedero en el subte 
y un hombre mastica
          a contrapelo del hastío; 
le parece bien morir de a poco
          se abandona 

afuera, sobre las antenas
un ave inclina el cuello y observa
tristemente
           a estos mamíferos

No hay comentarios:

Publicar un comentario